Regasificación :

La regasificación de GNL es el proceso mediante el cual el Gas Natural Licuado (GNL) se transforma de nuevo a su estado gaseoso original. Esto se realiza para que pueda ser transportado y distribuido a través de gasoductos, y así llegar a los consumidores finales.

El GNL se obtiene enfriando el gas natural a temperaturas criogénicas (-162°C) para convertirlo en líquido y reducir su volumen. Esto facilita su transporte en barcos metaneros a largas distancias. Una vez que el GNL llega a su destino, se almacena en terminales de regasificación.

En las plantas de regasificación, el GNL se calienta gradualmente para que se evapore y vuelva a su estado gaseoso. Este proceso se realiza de forma segura y controlada, utilizando intercambiadores de calor que aprovechan fuentes de calor como el agua de mar o el aire ambiente.

Una vez regasificado, el gas natural se inyecta a la red de gasoductos para su distribución y uso en diversos sectores, como el doméstico, comercial e industrial.

La regasificación es un eslabón fundamental en la cadena de suministro del gas natural, ya que permite transportar el GNL de manera eficiente y luego convertirlo en gas natural para su uso final.